Sunday, April 1, 2007

Workmate I

Tengo un compañerito en la oficina que no es ni el compañero sexy, ni el solidario, ni el más inteligente, ni el más agradable, ni el que tiene los mejores modales, ni el que huele mejor. En realidad, se resume en tres palabras: es un pelotudo. Dios, yo tengo que haber sido una sargenta nazi en mi vida anterior, destrozando de a centenas de judíos y gitanos. Esto tiene que ser un castigo y no un hecho fortuito. El azar no es tan malo como para ponerme semejante tipo en el escritorio de al lado.Listo. Me alivié.